La quinta mujer de Henning Mankell:
La placidez habitual de la ciudad sueca de Ystad se ve rota cuando, con cierto intervalo de tiempo, tres hombres aparecen salvajemente asesinados. Las víctimas levaban una vida sosegada y tranquila, dedicadas a la ornitología, el cultivo de orquídeas y la poesía, lo cual hace aún más incomprensible el casi insoportable sadismo de que han sido objeto. Durante la investigación del caso, el inspector de policía Kurt Wallander descubre que no sólo debe enfrentarse a un asesino de una temible inteligencia, que sin duda rivaliza con la suya, sino que éste parece guiarse por un sanguinario y turbio deseo de venganza.
Actualmente reside en Mozambique, donde dirige el Teatro Nacional Avenida de Maputo.
[1] [2] Está casado con Eva Bergman, hija del cineasta
Ingmar Bergman.
En noviembre de 2006 fue galardonado con el Premio Pepe Carvalho, que reconoce a autores de prestigio y trayectoria reconocida en el ámbito de la novela negra y donde el jurado consideró que Mankell “comparte con Manuel Vázquez Montalbán la idea de utilizar la novela negra para abordar críticamente los retos de la sociedad actual”
Viajes de película: Ystad, el inspector Wallander y Henning Mankell
Ystad, la ciudad sueca donde vive el inspector Kurt Wallander, héroe de novela y celuloide parido por el escritor sueco Henning Mankell
Hay mil excusas para viajar. Viajamos para aprender, para olvidar, para confirmar. También viajamos para buscar mitos. Y si hay dos grandes fábricas de mitos son la
literatura y el
cine.
¿Cuantos viajes han tenido como arranque la búsqueda de los escenarios de esa película que nos emocionó, de ese libro que nos subyugó? Confieso que en mi caso, muchos. Soy muy mitómano y no me importa dar media vuelta al mundo para postrarme de forma casi mística ante
lugares de rodaje de filmes que me impactaron en particular.
Así que hoy empieza en este blog una nueva sección:
Viajes de película.
¡Tchan, tchan...! se apaga la luz, el león de
la Metro ruge entre oropeles, un mensaje dice "Visite nuestro bar", las palomitas están preparadas.. el viaje de película va a empezar.
Nos vamos a Ystad (Suecia); nos espera el inspector Wallander.
El hotel Continental, en Ystad, donde suele cenar Wallander
Hace un par de años sufrí
un ataque de Henning Mankell-manía y me leí de un tirón casi todos los libros de este autor sueco. En sueños, me emborrachaba con el
inspector Kurt Wallander (el personaje de sus novelas negras) y se me helaban los pies con el aire frío que recorría las desnudos campos de Escania. Como suele ocurrir,
los libros me gustaron más que las adaptaciones cinematográficas: hasta un total de 13 películas interpretadas por el actor sueco
Krister Henriksson (que no se parecía, ni de coña, al Wallander que yo tenía idealizado). Más una serie para TV que hizo
la BBC con
Kenneth Branagh como protagonista.
Así que decidí ir a
Ystad, en el sur de
Suecia, el pueblo donde
Henning Mankell tiene casa y que eligió como escenario para su saga policiaca.
El tren que te lleva desde Malmoe hasta esta pequeña población costera de 40.000 habitantes en el sur de Suecia discurre por ondulados campos de cereal, salpicados de pequeños pero compactos bosquetes de coníferas.
Ystad es una apacible ciudad con un centro de calles medievales peatonales, una plaza mayor llena de terrazas en verano, una torre de la iglesia exageradamente alta porque desde allí vigilaban a los daneses por si volvían a invadirlos y un puerto desde donde salen barcos a Polonia.
Lo bueno en este caso para mitómanos es que Mankell no inventó ningún decorado para la acción policiaca. Se limitó a usar los elementos de su pueblo. Así que nada más llegar, me sentí como en casa.. como en casa de Kurt Wallander, por supuesto.
Existe la
calle Mariagatan, donde vive (en la novela es en el número 10; en las películas eligieron el 11-C; era más fotogénica la fachada). Existe el
hotel Continental (me alojé en él) donde Kurt Wallander solía ir a comer (el dueño del hotel tiene una mesa siempre reservada para él con un cartel que así lo avisa; ver foto).
Existe la floristería entre Pottmakaregränd y Västra Vallgatan.
Existe la comisaría de policía, la estación de tren...
El antiguo cuartel del ejército en Ystad son ahora los
Estudios Cineteket,
donde se han rodado los interiores de las 13 películas. Hay un centro de visitantes con todo tipo de
merchandising en torno a Mankell y su alcohólico inspector y
visitas guiadas por los sets de rodaje. Así que por un módico precio te puedes sentar en el salón de Wallander, dar un puñetazo en su mesa de la comisaría de Ystad o asomarte por la ventana ficticia de su casa a ver si llega su hija Linda.
En Ystad se frotan las manos.
Nunca habían recibido turistas y ahora hasta tienen rutas mankellianas, con resolución de misterio incluida, a bordo de un viejo coche de bomberos.
Viajamos para descubrir mitos. Y en este olvidado rincón del sur de Suecia vive ya uno.
Información turística de Ystad, en
español,
aquí
Y esta es la
web del club de fans del inspector Kurt Wallander.
Todas las fotos
© paco nadal
Erich Fromm creció en Fráncfort del Meno, en el seno de una familia judía que seguía estrictamente los preceptos de la religión de esa cultura: muchos de sus miembros fueron rabinos. El propio Erich Fromm también quiso inicialmente seguir ese camino de vida. Sin embargo, estudió primeramente derecho en Fráncfort, luego se trasladó a Heidelberg para estudiar sociología, donde hizo su doctorado en 1922 bajo la asesoría de Alfred Weber, acerca de la ley judía. Hasta 1925 asistía a clases de Talmud con Salman Baruch Rabinkow. En 1926 contrajo matrimonio con la psicoanalista Frieda Reichmann. A fines de la década de 1920 Fromm comenzó su formación como psicoanalista en el Instituto Psicoanalítico de Berlín con un discípulo de Freud que no era médico: el jurista Hanns Sachs. En ese tiempo, él y su esposa abandonaron la vida religiosa ortodoxa judía. Desde 1929, Fromm ejerció como psicoanalista "lego" (los por aquel entonces llamados Laienpsychanalitiker, término alemán para referirse a los no médicos) en Berlín. En esta época comenzó su interés y estudio por las teorías de Marx. En 1930 fue invitado por Max Horkheimer a dirigir el Departamento de Psicología del recientemente creado Instituto para Investigaciones Sociales (Institut für Sozialforschung).[1]
